Tengo un nuevo lugar al que volver, la batalla de Lepanto.
Está en el museo Brandhorst de Múnich. Un edificio de Sauerbruch Hutton que proporciona la tranquilidad de las cosas bien hechas, bien construidas. La iluminación de las salas se cuida con un mecanismos lucernarios con filtración a través de lamas horizontales en algunas zonas y falsos techos traslúcidos que dan una luz uniforme en otras.
Hay una sala para Lepanto, la serie de 12 cuadros de Cy Twombly. Una obra maestra que contemplar y recorrer, una y otra vez. Un regreso a los temas hitóricos, desde un nuevo punto de vista, que deja al espectador decidir si busca la figuración o prefiere dedicarse a disfrutar del color, tratado por Twombly con una maestría inigualable. Masas de tonalidades que se pesan y se contraponen, luchan por alcanzar distintos planos como turcos contra cristianos en las aguas del Mediterráneo occidental.
El museo:
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